Método Tamalpa
Hay una conexión esencial entre el arte y la vida que pueden
facilitar la sanación y el cambio en las personas y en la sociedad.
Es un trabajo de expresión que no está sujeto a la belleza o a una forma específica de baile.
La danza y el movimiento son usados como elementos esenciales de educación para el desarrollo del cuerpo, mente y espíritu, tanto a nivel individual como colectivo.
Es una herramienta de apoyo para la transformación personal, interpersonal y social que propone nuevos modelos de salud, psicología, arte y comunicación.
Los orígenes de esta metodología se remontan al 1978 cuando la bailarina y pionera, Anna Halprin (quien actualmente tiene 100 años) y su hija Daría Halprin, fundaron el instituto Tamalpa.
Entre los beneficios que aporta, están el potencial de despertar la conexión entre el cuerpo y mente; profundizar la consciencia física-emocional-mental y expandir la capacidad de expresión a través de un enfoque multidisciplinario que incluye la danza, la escritura y el dibujo; incentivando así, un modelo de comunicación más efectivo y amplio.
Se orienta además, a la solución de conflictos de liderazgo, proporcionando herramientas para enfrentar los desafíos de la vida cotidiana, revelando patrones de comportamiento y
ofreciendo métodos que faciliten el cambio tanto en lo personal como en organizaciones. Actualmente, Tamalpa cuenta con practicantes certificados en diferentes partes del mundo.
Carla Nivedita es la primera y única alumna certificada en Chile.